Contratar servicios cloud en el sector público: 5 claves para hacerlo bien
La contratación de servicios cloud representa una oportunidad real y urgente para modernizar la administración pública. No se trata únicamente de incorporar tecnología, sino de impulsar un cambio estructural que mejore la forma en que se toman decisiones, se prestan servicios y se gestionan los recursos públicos. La administración debe adaptarse a un entorno donde la ciudadanía demanda servicios digitales más ágiles, accesibles y de calidad.
El cloud permite a las administraciones acceder a servicios dinámicos, ágiles, escalables y gestionados, capaces de evolucionar de forma continua y de integrar nuevas tecnologías con mayor agilidad que los modelos tradicionales. En un entorno donde la innovación tecnológica avanza a gran velocidad, este modelo ofrece la flexibilidad y eficiencia necesarias para adaptar los servicios públicos, optimizando además el uso de los recursos disponibles.
Pese al potencial del cloud, la contratación pública continúa anclada en modelos pensados para proyectos de infraestructura tradicional, alejados de las necesidades de servicios tecnológicos dinámicos y escalables.
La situación se agrava por una estructura organizativa heredada de la lógica del CPD propio y de modelos de infraestructura on-premise. Muchas unidades TIC siguen dimensionadas para mantener sistemas legacy, con recursos humanos insuficientes y perfiles más orientados a la operación que a la adopción de servicios tecnológicos en la nube.
El resultado es un desfase creciente entre lo que permite la tecnología y lo que el sistema administrativo es capaz de contratar, desplegar y gobernar. La contratación pública, en lugar de facilitar el acceso al cloud, lo convierte en un reto jurídico y procedimental.
Pero no tiene por qué ser así. Existe margen suficiente dentro de la Ley de Contratos del Sector Público para contratar servicios cloud de forma ágil, segura y ajustada a derecho. La clave está en saber hacerlo bien: definir el objeto de forma funcional y abierta, tipificar adecuadamente el contrato, elegir el procedimiento correcto, incorporar requisitos técnicos realistas y diseñar una buena gobernanza de la ejecución.
Este boletín da inicio a una serie de publicaciones que abordarán, desde una perspectiva práctica, técnica y jurídicamente fundamentada, cinco claves estructurales para contratar servicios cloud con rigor y eficacia.
🔑 Las 5 claves que abordaremos
- Definir correctamente el objeto del contrato
Una buena definición permite entender qué se contrata, con qué alcance y con qué garantías. - Elegir el procedimiento adecuado
No todos los servicios cloud encajan en procedimientos ordinarios. La elección afecta a la competencia, la flexibilidad y la solvencia del expediente. - Establecer requisitos técnicos y jurídicos esenciales
Cumplir el ENS, proteger los datos, asegurar la interoperabilidad y garantizar la reversibilidad. - Diseñar criterios de adjudicación que valoren lo relevante
El precio no puede ser el criterio predominante. Se deben premiar soluciones seguras, adaptables, auditables y eficientes. - Ejecutar el contrato con seguimiento y gobernanza
El responsable del contrato, los SLAs, la gestión de incidencias y la supervisión técnica son esenciales para proteger el interés público y garantizar la calidad del servicio.

Cada entrega ofrecerá un análisis directo y útil para quienes licitan, diseñan o gestionan este tipo de contratos. El objetivo: que la contratación pública deje de ser un freno y se convierta, por fin, en una palanca real para la adopción del cloud en el sector público.
En el próximo número, exploraremos cómo la Estrategia Cloud 2022 establece un marco político y operativo que refuerza esta necesidad.