¿Qué es la electrónica de redes y por qué está en auge?

 

En un mundo cada vez más interconectado, la electrónica de redes se ha convertido en una de las infraestructuras más críticas para la transformación digital. Un reciente reporte elaborado por TendersTool (Adjudicaciones TIC), ofrece una radiografía detallada sobre cómo las administraciones públicas están invirtiendo en electrónica de redes y hacia dónde evoluciona este mercado

La electrónica de redes es el conjunto de dispositivos y soluciones tecnológicas que permiten la interconexión, gestión y seguridad de los sistemas de comunicación digital. Incluye equipos como routers, switches, firewalls y balanceadores, fundamentales para garantizar el flujo de datos, la protección frente a ciberataques y la continuidad de los servicios en organizaciones públicas y privadas

El informe de TendersTool confirma que 2024 fue un año de fuerte dinamismo en la contratación de electrónica de red. La curva mensual de licitaciones muestra un crecimiento constante desde enero, con picos en octubre y noviembre, coincidiendo con el cierre de presupuestos. Este patrón revela la estacionalidad de los procesos públicos, pero también la consolidación de un sector que se mantiene como uno de los más recurrentes en el mercado tecnológico.

El informe señala que la electrónica de red no solo lidera en volumen de contratos, sino también en el importe total licitado. Esto refleja que las administraciones consideran estas infraestructuras como núcleo básico de su estrategia de digitalización. Además, el análisis del coste medio por contrato confirma que los proyectos no solo son numerosos, sino de alto impacto económico, especialmente en comparación con otras categorías tecnológicas.

En contraste, subsectores como balanceadores o switches SAN aparecen con menor frecuencia, aunque con importes relevantes en determinados proyectos especializados. Este doble patrón (alta recurrencia en electrónica general y especialización en segmentos más técnicos) demuestra que el sector combina una base amplia con nichos de alto valor añadido.

¿Qué administraciones lideran la inversión en electrónica de red?

El peso de la contratación no se reparte de manera homogénea entre los distintos niveles de la administración. Según el informe, las comunidades autónomas encabezan el liderazgo, tanto por número de procesos como por volumen económico. Su posición responde a la gestión de competencias críticas como educación, sanidad o infraestructuras regionales, que requieren redes seguras y modernas para funcionar.

La Administración General del Estado (AGE) ocupa un segundo lugar, con proyectos de alcance nacional ligados a áreas estratégicas. A pesar de tener menor número de contratos en comparación con las comunidades, el impacto económico de sus proyectos es notable, dado que suelen implicar sistemas de gran escala.

Por su parte, las administraciones locales aparecen con menor peso relativo, pero cumplen un rol clave en la digitalización de servicios de proximidad: ayuntamientos y diputaciones impulsan proyectos para mejorar la conectividad ciudadana y la digitalización de la administración municipal.

El análisis de los principales licitadores revela un mosaico diverso de actores: desde la Universidad del País Vasco, que lideró con más de 8,4 millones de euros licitados, hasta infraestructuras críticas como el Metro de Madrid o AENA. Esto sin contar las adjudicaciones centralizadas vía DGRCC

¿Cuáles son las categorías tecnológicas con mayor presupuesto?

La electrónica de red absorbe la mayor parte de la inversión pública, situándose muy por encima de otras categorías. Este dominio refleja la prioridad de garantizar conectividad como base de cualquier proyecto tecnológico.

El segundo gran bloque de inversión lo constituyen los firewalls, un área que confirma la creciente preocupación por la ciberseguridad en el sector público. La protección perimetral ya no es un complemento, sino un eje central en la planificación tecnológica de los organismos. La evolución de amenazas digitales ha llevado a que las administraciones destinen cada vez más recursos a garantizar la seguridad de sus sistemas.

En niveles intermedios se encuentran los switches SAN, esenciales para la gestión y almacenamiento de datos, con un peso estratégico en proyectos vinculados a centros de datos y servicios críticos. En cambio, los balanceadores presentan menor volumen y ticket medio, lo que sugiere un enfoque más puntual, ligado a entornos muy concretos.

Este reparto muestra cómo las administraciones no solo buscan conectividad, sino también robustez, resiliencia y seguridad en sus infraestructuras TIC. La inversión pública sigue una lógica de capas: primero garantizar la base de red, después reforzar la seguridad y, en paralelo, potenciar capacidades avanzadas de almacenamiento y distribución

¿Qué oportunidades hay para el sector TIC?

El mercado de la electrónica de red ofrece un terreno fértil para el sector TIC. La combinación de una demanda recurrente en infraestructura básica, junto con contratos de alto valor en áreas como seguridad o almacenamiento, abre oportunidades para fabricantes, distribuidores e integradores.

Para los proveedores tecnológicos, este escenario plantea dos caminos claros. Por un lado, la posibilidad de consolidar su presencia en proyectos de red de gran escala, donde la recurrencia garantiza estabilidad a medio plazo. Por otro, la opción de especializarse en segmentos menos frecuentes, pero de alto impacto, como switches SAN o balanceadores, que requieren un alto grado de expertise técnica.

Además, el carácter descentralizado de la inversión amplía el espectro de clientes potenciales: desde gobiernos autonómicos y universidades hasta empresas públicas vinculadas a transporte, energía o defensa. Esta diversidad de actores obliga a las compañías TIC a adaptar sus soluciones a realidades distintas, pero también multiplica las oportunidades de negocio.

En conclusión, la electrónica de red se consolida como una de las áreas más sólidas y estratégicas de la contratación pública tecnológica. Su evolución confirma la apuesta de las administraciones por garantizar conectividad y seguridad, mientras que el sector privado encuentra en este terreno un espacio privilegiado para crecer e innovar.