Los unicornios en España: ¿cuáles han sido las startups más valiosas de los últimos años?
Las startups valoradas en más de 1.000 millones de dólares son una rareza: el mundo cuenta con algo más de 1.200 unicornios y Europa apenas suma 606. En ese universo, España tiene cinco compañías activas y otras tantas que ya dieron el salto a la bolsa o fueron adquiridas. Esta es la radiografía de un club exclusivo que revela tanto el vigor como las carencias del ecosistema emprendedor español.
¿Qué es un unicornio y dónde se encuentra España?
El término “empresa unicornio” designa a una startup no cotizada, con valoración superior a 1.000 millones de dólares. Aileen Lee acuñó el concepto en 2013 cuando solo existían 39 compañías de este tipo; hoy el recuento global supera los 1.200 unicornios con un valor agregado de 4,3 billones de dólares. Europa ha generado 606 unicornios acumulados hasta el primer trimestre de 2025, lo que representa un 20‑30% de los nuevos unicornios mundiales. España ocupa el puesto 21 en el ranking global y apenas representa cerca del 1% del total europeo, con cinco unicornios en activo.
Los cinco unicornios activos en España
El radar emprendedor de BBVA Spark identifica cinco unicornios con sede en España:
Jobandtalent (Madrid, 2009). Fundada por Felipe Navío y Juan Urdiales, es una plataforma de empleo temporal basada en inteligencia artificial. Ha colocado a más de 300.000 trabajadores y su valoración alcanza 2,35 mil millones de dólares. TrueUp señala que emplea a unas 3.000 personas y opera como marketplace mundial de trabajadores temporales.
Cabify (Madrid, 2011). Pionera en movilidad urbana, fue fundada por Juan de Antonio y socios como Francisco Montero y Vicente Pascual. Con más de 1.000 empleados y presencia en España y América Latina, mantiene una valoración en torno a 1,4 mil millones de dólares. Cabify fue el primer unicornio español.
TravelPerk (Barcelona, 2015). Fundada por Avi Meir, Javier Suárez y Ron Levin, ofrece una plataforma de gestión de viajes corporativos. Tras captar 115 millones de dólares en su Serie E, su valoración se situó en 1,3 mil millones.
Recover (Mariola, 1947). Empresa familiar transformada en startup de economía circular, convierte residuos textiles en fibras recicladas de algodón. Tras una ronda de 100 millones de dólares en 2022, alcanzó una valoración de 1,1 mil millones y planea expandirse con nuevos centros de producción.
Factorial (Barcelona, 2016). Creada por Jordi Romero, Bernat Farrero y Pau Ramon, desarrolla software de recursos humanos para pymes. La Serie C de octubre de 2022 valoró la compañía en 1 mil millones de dólares; cuenta con más de 1.000 empleados.
Unicornios con ADN español, pero sede en el extranjero
Además de estos cinco, hay empresas nacidas por fundadores españoles que trasladaron su sede al extranjero y continúan como unicornios:
Devo Technology (Madrid/Cambridge). Plataforma de análisis de datos para ciberseguridad fundada en 2011; su valoración alcanzó 2 mil millones de dólares en 2022.
Fever (Madrid/Nueva York). Creada en 2017 por Ignacio Bachiller, Alexandre Pérez y Francisco Hein, gestiona eventos y ocio digital; su valoración llegó a 1,8 mil millones de dólares en 2023.
Copado (Madrid/Chicago). Especializada en DevOps para Salesforce, superó la barrera de 1,2 mil millones de dólares en 2021.
Estas compañías aportan talento español en mercados clave como Estados Unidos, pero su impacto fiscal y laboral ya no computa en España.
Exunicornios españoles: del estrellato a la salida
Varios proyectos que alcanzaron el estatus de unicornio ya no lo son porque salieron a bolsa o fueron adquiridos:
Flywire: fundada en Valencia en 2009 por Iker Marcaide, la fintech de pagos internacionales superó el valor de 1 mil millones en 2020 y llegó a 3,5 mil millones al cotizar en el Nasdaq en 2021.
Glovo: la app de entregas fundada en 2015 por Oscar Pierre y Sacha Michaud creció a más de 10.000 empleados y se convirtió en unicornio en 2019. Delivery Hero adquirió una participación mayoritaria en 2021 y completó la compra en 2022.
eDreams ODIGEO: resultado de la fusión de agencias online en 2011, salió a bolsa en abril de 2014 con una valoración de unos 1,1 mil millones de euros, considerada la primera gran OPV tecnológica española.
Wallbox: fabricante de cargadores de vehículos eléctricos fundado en 2015 por Enric Asunción y Eduard Castañeda. Con 1.400 empleados en 2023, se convirtió en unicornio y debutó en la Bolsa de Nueva York en 2021.
Idealista: portal inmobiliario creado en 2000 por Jesús Encinar, Fernando Encinar y César Oteiza. Tras dominar el mercado de clasificados online, fue vendido en septiembre de 2020 al fondo sueco EQT por 1,321 mil millones de euros.
Estos casos reflejan que muchas startups españolas acaban trasladando su crecimiento al extranjero o venderse a grandes grupos, generando riqueza puntual pero no siempre consolidando un tejido local de scaleups.
España en el mapa europeo y global
Con cinco unicornios activos y tres con origen español pero sede fuera, España ocupa el noveno lugar en Europa por número de unicornios y se sitúa lejos de los líderes: el Reino Unido tiene 104, Francia 34 y Alemania 29. En términos relativos, España aporta alrededor del 0,8% de los 606 unicornios europeos. No obstante, el país ha generado historias de éxito emblemáticas (Cabify, Glovo o Flywire) que sirven de inspiración para nuevos emprendedores, y la creación de modelos como ALIA, una IA generativa en español desarrollada en 2025, demuestra capacidad de innovación.
El reducido número de unicornios activos revela los retos estructurales del ecosistema: falta de capital de crecimiento local, dependencia de grandes rondas internacionales y dificultad para escalar empresas de base tecnológica. La ley de startups de 2023 y los programas de Spain Entrepreneurial Nation buscan fomentar la inversión, pero la salida de exunicornios como Idealista o Glovo muestra que aún se debe consolidar un ciclo virtuoso de inversión y reinversión. La creciente presencia de hubs en Barcelona, Madrid y Valencia, así como la expansión de incubadoras y venture capital nacionales, invitan al optimismo.
Inversión pública y ecosistema emprendedor
Uno de los catalizadores clave para consolidar ese ciclo virtuoso es el apoyo del sector público al emprendimiento. En los últimos años, el Estado ha lanzado iniciativas significativas como la facilidad Next Tech, que recientemente canalizó 125 millones de euros hacia fondos de crecimiento para empresas tecnológicas; simultáneamente, el valor conjunto de las startups españolas supera ya los 110.000 millones de euros, y las licitaciones públicas en tecnología rondan los 3.800 millones solo en los primeros meses de 2024. Según el observatorio TendersTool (antes Adjudicaciones TIC), más de 2.000 organismos públicos sacaron a concurso contratos tecnológicos por ese volumen entre enero y abril de 2024. Más de la mitad de esos contratos se adjudica por procedimiento negociado (sin publicidad abierta), un terreno tradicionalmente dominado por integradores históricos como Indra o DXC; aun así, las pymes y startups con soluciones especializadas (desde ciberseguridad hasta inteligencia artificial) están logrando ganar terreno en nichos gracias a su agilidad e innovación. Esta confluencia de inversión público-privada está generando un círculo favorable para la innovación y afianzando a España como hub tecnológico cada vez más maduro, al conjugar músculo financiero, talento emergente y demanda institucional al alza.
La inteligencia artificial (IA) es un ejemplo de cómo esa inversión pública se orienta a áreas punteras. Un análisis de TendersTool cifra en 30 millones de euros la inversión adjudicada a 99 proyectos de IA en 2024, a los que se suman otros 20 millones en lo que va de 2025; entre los proyectos destacados se cuentan un contrato de 9 millones para una plataforma agroalimentaria en Castilla-La Mancha y otro de 6,5 millones adjudicado a Navantia. Según este informe, casi la mitad de las administraciones públicas españolas ya utilizan la IA en casos de uso específicos (chatbots, automatización de trámites, optimización de flujos) y un 52% la emplea para reforzar la ciberseguridad. Esta demanda institucional de soluciones de IA no solo moderniza los servicios públicos, sino que brinda a las startups locales un valioso campo de pruebas y un cliente de referencia temprano para sus innovaciones, alimentando el crecimiento de nuevas empresas especializadas. No obstante, la Comisión Europea advierte que es necesario reforzar las competencias técnicas, de gestión y éticas en la Administración para garantizar un uso efectivo y responsable de estas tecnologías emergentes