La Administración se vuelca en la nube: casi 400 millones para digitalizar los servicios públicos

España está dando un fuerte impulso a los servicios digitales en la nube como pieza clave de la transformación digital del sector público. Solo en 2024, las distintas administraciones destinaron cerca de 400 millones de euros a soluciones cloud para modernizar la sanidad, la educación y los trámites públicos en línea

 

Según un informe de TendersTool (antes Adjudicaciones TIC), una plataforma de inteligencia de mercado especializada en el análisis de licitaciones públicas del sector tecnológico, la digitalización de las Administraciones Públicas españolas ha entrado en una fase decisiva. La necesidad de modernizar servicios esenciales y el empuje de iniciativas europeas como la nube soberana han llevado a que tecnologías cloud se consoliden como ejes prioritarios de inversión pública. Desde plataformas de gestión interna hasta portales de atención al ciudadano, el Gobierno ha acelerado la migración de sistemas tradicionales hacia servicios en la nube para impulsar una Administración más ágil y conectada. Esta transición forma parte del plan nacional de transformación digital y está respaldada por fondos europeos, apuntalando proyectos que van desde la digitalización de hospitales hasta la implementación de oficinas virtuales en los ayuntamientos.

El fuerte compromiso institucional con la nube se tradujo en contratos públicos por alrededor de 400 millones de euros en 2024. La actividad se intensificó especialmente en la recta final del año, cuando muchos organismos aceleraron proyectos estratégicos vinculados al entorno cloud antes del cierre presupuestario. Este repunte se hizo notar en noviembre, mes en el que se publicaron más de 120 licitaciones de servicios digitales en la nube. El volumen de inversión estuvo repartido de forma equilibrada entre los distintos niveles de gobierno (Estado, comunidades autónomas y entidades locales), reflejando un esfuerzo conjunto por modernizar la Administración en todos los frentes. La tendencia al alza anticipa que en 2025 y años siguientes el gasto en soluciones cloud públicas seguirá creciendo conforme avancen los planes de digitalización.

SaaS lidera la modernización tecnológica

Entre las tecnologías cloud adoptadas, destaca el Software como Servicio o SaaS, un modelo en que las aplicaciones se ofrecen en línea bajo demanda en lugar de instalarse en servidores propios. Esta categoría acumuló más de 200 millones de euros en 2024, consolidándose como la opción dominante para agilizar procesos administrativos, mejorar la colaboración y ofrecer nuevos servicios digitales. En segundo lugar, sobresalen las inversiones en Infraestructura como Servicio (IaaS), es decir, la contratación de capacidad computacional y de almacenamiento en la nube. Los proyectos de IaaS, junto con la modernización de centros de procesamiento de datos y la virtualización, sumaron cerca de 150 millones de euros. Esta inversión en infraestructura cloud (menos visible para el usuario pero fundamental) moderniza la base tecnológica que soporta los sistemas críticos de la Administración, garantizando que sean escalables y estén siempre disponibles. Otras áreas tecnológicas también recibieron impulso: la administración electrónica (trámites digitales y gestión documental) movilizó fondos para digitalizar expedientes y reducir el uso del papel en los procesos administrativos, mientras que la firma digital y las plataformas de desarrollo en la nube (PaaS) supusieron inversiones más modestas pero estratégicas para proyectos específicos de seguridad e interoperabilidad. En conjunto, esta estrategia tecnológica combina la implantación masiva de soluciones en la nube con la consolidación de infraestructuras críticas, sentando las bases de una Administración digital robusta y sostenible.

Sanidad, educación y trámites más digitales

Buena parte de este esfuerzo inversor tiene como objetivo mejorar los servicios públicos que llegan al ciudadano. Las comunidades autónomas, por ejemplo, han dirigido cerca de 148 millones de euros a proyectos cloud vinculados a sectores críticos como la sanidad, la educación o los servicios sociales, donde la digitalización tiene un impacto directo en la vida de las personas. En salud, esto se traduce en hospitales más conectados, historiales médicos electrónicos accesibles y sistemas de telemedicina que facilitan la atención a distancia. En educación, plataformas de aprendizaje online y aulas virtuales complementan la enseñanza tradicional, acercando recursos digitales a estudiantes y docentes. En la Administración general, la expansión de la e-Administración permite que cada vez más trámites (desde solicitar citas hasta firmar documentos) puedan realizarse en línea de forma rápida y sin papeleos. Esta modernización de los servicios públicos no solo agiliza las gestiones diarias, sino que también mejora la inclusión digital, al facilitar el acceso a ciudadanos con movilidad reducida o que viven lejos de oficinas físicas. El resultado es una Administración más cercana, eficiente y capaz de responder a las necesidades de la sociedad actual.

Cataluña a la cabeza y el reto de la brecha digital territorial

El mapa de la inversión digital muestra diferencias notables entre regiones. Cataluña despuntó como líder en contratación cloud durante 2024, superando los 82 millones de euros destinados a modernizar su administración y reforzar infraestructuras tecnológicas críticas. En segundo lugar, se sitúan comunidades como Madrid o Canarias, que concentran volúmenes significativos gracias a su papel como sedes de grandes organismos estatales y a sus propias iniciativas de digitalización regional. Otras autonomías, aunque con importes más modestos, también mantienen proyectos constantes que extienden la transformación digital por todo el territorio nacional. Sin embargo, la brecha entre las regiones punteras y las rezagadas plantea una brecha digital territorial preocupante: mientras algunas comunidades apenas alcanzaron uno o dos millones de inversión, las más activas superaron los 80 millones. Esta disparidad evidencia riesgos en términos de cohesión digital (no todos los ciudadanos disfrutan aún del mismo nivel de servicios electrónicos) y subraya la necesidad de equilibrar el desarrollo tecnológico. El Gobierno ve en ello tanto un desafío como una oportunidad: los territorios menos avanzados podrían acelerar su inversión en los próximos años aprovechando fondos públicos y europeos, con el objetivo de garantizar igualdad de acceso a servicios digitales vivan donde vivan los ciudadanos. El cierre de esta brecha será clave para que la transformación digital sea verdaderamente inclusiva en España.

Un impulso desde el Estado hasta el municipio

Lejos de ser un proyecto centralizado, la modernización digital es un esfuerzo compartido por todos los niveles de la Administración. Las comunidades autónomas en conjunto lideran ligeramente el gasto cloud, con unos 148 millones de euros orientados a digitalizar áreas de gestión directa al ciudadano (salud, educación, servicios sociales). Muy de cerca les sigue la Administración General del Estado (AGE), que concentra más de 124 millones, sobre todo en contratos de gran envergadura técnica asociados a infraestructuras centrales y a la consolidación de una “nube soberana” de datos públicos. Por su parte, las entidades locales (ayuntamientos y diputaciones) no se quedan atrás: suman más de 125 millones de euros invertidos, un volumen prácticamente equiparable al de la AGE. Aunque sus proyectos municipales son más fragmentados, resultan esenciales para digitalizar la administración de proximidad y mejorar los servicios en pueblos y ciudades.

En conjunto, esta distribución equilibrada de la inversión confirma que la transformación digital del sector público se impulsa desde todos los ámbitos de gobierno, sin limitarse a la esfera estatal. Desde el Ministerio hasta el último ayuntamiento, cada administración está aportando recursos y proyectos para subir a la nube los servicios públicos. El resultado es una Administración en red, coordinada y preparada para afrontar los desafíos de la era digital, ofreciendo a la ciudadanía una atención más eficiente, accesible e innovadora.