El sector público está explorando cada vez más proyectos de IA
Un informe de la consultora TendersTool (Adjudicaciones TIC) muestra que, durante 2024, las administraciones públicas españolas publicaron más licitaciones de soluciones de inteligencia artificial (IA) que en años anteriores. El estudio contabiliza que el 56% de los procedimientos examinados estaban relacionados con IA
A pesar del reciente despuente de proyectos de inteligencia artificial, la mayor parte del presupuesto en licitaciones pública en TIC se lo llevan proyectos de robótica. La RPA (automatización robótica de procesos) consiste en robots de software que replican acciones humanas sobre sistemas informáticos y automatizan tareas repetitivas basadas en reglas predefinidas. La IA, por su parte, incorpora algoritmos capaces de aprender y adaptarse mediante técnicas como el procesamiento del lenguaje natural o el aprendizaje automático. Ambas tecnologías pueden combinarse en lo que se denomina “RPA cognitiva”, pero hoy presentan velocidades de adopción y presupuestos distintos dentro de la administración.
Aunque la IA concentra más licitaciones, el volumen económico adjudicado se decanta claramente a favor de la RPA. Según el informe, los contratos vinculados a RPA presentan una mayor dispersión y un importe medio un 44% superior al de la IA. No es raro encontrar proyectos de RPA que superan los 2 millones de euros, mientras que la mayoría de las iniciativas de IA se sitúan por debajo de los 500.000 euros; esto indica que la IA aún se aplica en pilotos o pruebas de concepto, mientras que la RPA se utiliza como solución estable para automatizar plataformas sanitarias, fiscales o de gestión documental.
El motor de la automatización está en las comunidades autónomas
El estudio muestra que las comunidades autónomas concentran el mayor número de licitaciones tanto en IA como en RPA, impulsadas por competencias en sanidad, educación o tributación. Por su parte, los ayuntamientos y diputaciones tienden a apostar más por proyectos de IA, orientados a atención al ciudadano y analítica predictiva. La Administración General del Estado reparte su esfuerzo de forma equilibrada entre ambas tecnologías, con ligera ventaja para la RPA.
Entre las entidades que más recursos destinan a IA destacan organismos tecnológicamente orientados: la Dirección General de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la Generalitat Valenciana (3,9 millones de euros adjudicados), la Consejería de Hacienda de Castilla‑La Mancha, el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial y RENFE. En RPA, lideran organismos operativos y sanitarios como el Consorcio Mar Parc de Salut de Barcelona (2,8 millones de euros), la Gerencia Sector Sanitario de Alcañiz o las infraestructuras hidráulicas de Castilla‑La Mancha. Este reparto evidencia que la IA se asocia a políticas de innovación y digitalización centralizadas, mientras que la RPA está en manos de hospitales, mutuas, consorcios sanitarios y administraciones locales que buscan automatizar procesos de alto volumen.
La tendencia se confirma con licitaciones concretas. La Generalitat Valenciana sacó a concurso en junio de 2024 la adquisición de licencias de software de RPA por valor de 1 millones de euros, financiados con fondos Next Generation EU. El objetivo es implantar una plataforma corporativa de robotización para agilizar trámites administrativos y reducir tiempos de respuesta, en consonancia con su plan estratégico de transformación digital (GEN Digital 2025). El contrato incluirá servicios de puesta en marcha y soporte, y busca delegar tareas repetitivas en sistemas robóticos para que el personal se centre en funciones de mayor valor añadido.
Hallazgos y tendencias
El informe concluye que la IA gana visibilidad, pero la RPA sigue liderando en impacto económico. También detecta diferencias institucionales: los municipios licitan más IA, las comunidades autónomas mantienen alta actividad en ambos ámbitos y la administración central reparte su inversión de forma equilibrada. Además, la RPA se consolida como herramienta de despliegue, mientras que la IA funciona como laboratorio de pruebas; esta dualidad permite que los proveedores escalen soluciones maduras y, al mismo tiempo, acompañen a las instituciones en proyectos exploratorios.
Según expertos en derecho administrativo, la RPA permite automatizar casi cualquier proceso burocrático y reduce errores, tiempos y costes. Su combinación con IA da lugar a la automatización cognitiva, donde chatbots inteligentes y sistemas de aprendizaje automático mejoran la atención ciudadana. De este modo, la administración española se encuentra en una fase de madurez asimétrica en la que la RPA se consolida como tecnología transversal y la IA como apuesta estratégica de largo plazo.